Quinto grado
En el niño de quinto grado reina la “armonı́a” fuera y dentro, se armonizan la respiración y la circulación, el niño es bello fı́sicamente, muestra un andar elegante y ligero. Ahora es capaz de ver hacia dentro y hacia fuera equilibradamente.
La familia y maestros podrán disfrutar de lo construido hasta el momento, la disposición del niño hacia sus propios trabajos y la belleza, hacen que se concentren en sus labores; son capaces de hacer pequeñas bromas y reı́r con los semejantes y adultos, los habitos anteriormente reforzados son parte de su día a día desde una motivación interna que busca el reconocimiento de sí mismo y el de los otros, podemos observar las primeras semillas de una naciente individualización.
En este grado el niño se abre armoniosamente al mundo exterior e interior, y es a través de la botánica, la historia de Grecia antigua, la geometría a mano alzada, que admira y vivencia la belleza y armonı́a. Su alma es nutrida por escenas de la mitología griega donde los dioses son bellos, poderosos y experimentan un sinfín de aventuras en las cuales hay ocasiones en que los seres humanos se ven involucrados, generando conversaciones sumamente interesantes.
Como cereza del pastel en quinto año se celebra el Pentatlón Griego, un encuentro deportivo-cultural con otras escuelas Waldorf de México, los niños se preparan con meses de anticipación y dan una muestra de sus habilidades físicas-artísticas, de manera individual y grupal, generando un sinfín de experiencias que lo enriquecen.
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